En la percha
El humo se condensa ya
En el techo melancólico
Y no disipa la soledad
No encuentro una postura
Cómoda amena para mi columna
Fumo por hilar pensamientos
Encerrados tercamente
En una caja fuerte
Con la cerradura fracturada
Por los golpes bajos
Que ennegrecen mi cuerpo
Ideas externas a mi
Que me hacen titubear
Que me impiden correr
En esta noche monstruosa
Que se ciñe sobre mi
Montando la oscuridad
Sobre mi espalda
Quizá cuando pueda levantarme
Será tarde porque las canas
Y las carnes me habrán sepultado
En un círculo espeso y enmudecido
De verdad que lo siento
Yo no quise estar enrocado
En esta percha como una bufanda
De lana que pica y nunca se usa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario