LA SOMBRA DEL AGUA

El sitio de encuentro de los amantes que no tienen donde hablarse.
El sitio de encuentro de los desamantes que no tiene con quien hablarse.

martes, 18 de marzo de 2008

No pidas permiso

No pidas permiso.

No tiene sentido que lo hagas, si quieres acompañarme. No es necesario, si deseas lo mismo que deseo yo. Basta con que me mires, con gemir como lo haces, con que vea el suave movimiento de tus manos acariciando tu coño, apartando la húmeda tela de tu ropa interior, mojada de tí.



Haz lo que quieras.

No puedo hacer más que observarte mientras te tocas, oirte jadear como una gata ronroneante, ver como tus pechos se endurecen segundo a segundo, y que tus pezones quieren atravesar la tela que los aprisiona. No puedo apartar la mirada de ellos, y seguir sus movimientos, arriba y abajo, al compás de tu respiración, agitada, convulsa.


No pidas permiso.

Sólo me atrevo a seguirte, a dejarme caer cuesta abajo, deseando poder oler tus dedos, saborearlos en mi boca, para llenar mi paladar del sabor de tu coño. Solo te sigo, y te miro y eso me da más placer que mis propias manos, eso me excita más aún, y me hace volar hacia tí, para meterme contigo debajo de esa manta, bucear hasta las profundidades de tu vientre, separar tus muslos y devorarte, como haces en tu mente, como hago en mi cabeza.


Haz lo que quieras.

Sólo déjame ser el espectador más preciado del mundo, deja que vea como gozas, como disfrutas, como jadeas, gritas, mojas... mientras ves como jadeo, grito, mojo mis manos con el producto de mi orgasmo.


No me pidas permiso.


Es absurdo que la dueña pida permiso a su esclavo...