Adelante

No llores, jamás, mi reina
Sólo cuenta cuánto falta
No llores por nada, belleza
Con que sigas amando ya basta

Vuela a la nube, trepa a la rama, rompe el silencio
Huye de la amarga noche en la que los deseos se rompieron
Besa la lluvia, palpa el océano, alza la mirada
Flota en la dulce mañana en la que tus sueños se cumplieron

Todos lamentan tristemente, tu ausencia
Bella, grácil e innovadora
Todos gozan de tu radiante presencia
Sensual, libre y siempre soñadora

Ahora llévate la mano al corazón y suspira,
Conoce el mundo en el que vives:

Grandes genios murieron sin serlo
Grandes murallas desplomadas cayeron
Grandes hallazgos de casualidad nacieron
Grande es, sin ser grande, merecerlo

No serás más grande que una madre queriendo
No serás más feliz que un niño riendo
No serás más brillante que un mar reluciendo

Dolor de perder, placer de haber amado
Dolor de morir, placer de haber nacido
Placer de vivir, placer de haber disfrutado

Si eres ave, vuela cantando
Si eres rana, salta atravesando
Si eres caballo, trota relinchando

Pájaro que luces la centella
Pájaro que aplacas tormenta
El día que tus alas pesen aterriza con gracia
El día que el viento te azote planea la afrenta
El día que no vueles con ilusión será tu desgracia

Lucha y disfruta al compás de la lluvia
Ama al son de la cascada
Ríe y goza el día que diluvia
Baila con destreza al filo de una espada

Da las gracias al día y a la noche
Por regalarte un mundo que oscila
Da gracias a que, sin derroche
El sol te embellece y la luna te vigila

Dale gracias a la luna por ser grande y parecer enana
Por alumbrar siempre y a todos
Y después goza el presente y cree en el mañana

Da gracias en cada escalón de la infinita escalera de la vida.
Siéntate mirando hacia abajo, camina mirando hacia arriba
Si lo haces al revés, caerás abajo en seguida.

Si lo haces bien, tu existencia será festiva

Siempre arriba
Siempre orgullosa
Siempre humilde, y siempre afectuosa
Con la vida, generosa;
Contigo, cariñosa

Dejé entrar al amor

Desespero y Decepción, los pequeños gemelos feos del amor llamaron a mi puerta, los dejé entrar.

Cariño, eres el castigo por todos mis pecados.

Dejé entrar al amor, dejé entrar al amor.

La puerta se abrió tan solo una rendija, pero el amor era astuto y valiente. Mi vida pasó ante mis ojos, era un horror contemplarla. Mi cadena perpetua, barrer el confeti del suelo de un agujero de hormigón.

Dejé entrar al amor, dejé entrar al amor.

Pues he sido atada, amordazada y aterrorizada, he sido castrada y lobotomizada, pero nunca mi torturador ha venido con tan ingenioso disfraz.

Dejé entrar al amor, dejé entrar al amor.

Oh, Señor, dime, ¿qué he hecho? Por favor, no me dejes aquí sola. ¿Dónde están mis amigos? Mis amigos han desaparecido.

Dejé entrar al amor, dejé entrar al amor.

Así que si estás sentada sola y oyes llamar a tu puerta y el aire está lleno de promesas, bueno, colega, estás avisada:
Mucho peor ser el amante del Amor que el amante al que el Amor ha despreciado.

Dejé entrar al amor, dejé entrar al amor.