Se rompió tu hechizo
Yo seguí quieto. Impávido. Una estatua viviente, cubriéndome de pliegues,
Tornándose sombrío. Envejeciendo. De ser carne, pasé a piedra. ¿Quién lo diría?.
Incapaz de desplegar las velas de mi navío. Me transforme en un hombre quieto.
Perdiéndome en la oscuridad de la noche, hasta que...
Vaya a saber por qué, pegadito a mis oídos, la realidad, tronó sus dedos.
A tiempo me distrajo, para romper el hechizo,
con el que sin siquiera presentirlo, me tenias sujeto...
Sacudiéndome el pasado, comprendí que jugaba mi presente.
Y sin meditarlo, ni ceder ante la duda, pues, la oportunidad es esquiva,
desgajé a tirones mi carcasa, el frío martilló mi piel,
Que no conocía la cascada de los días.
Despertaron los tambores de mi sangre. La pasión me abrazó en su hoguera.
Nació el fuego en mis entrañas. ¡Por fin estaba listo!
Corrí sin respiro hasta mi muelle. Dispuesto a navegar mis ríos,
hasta alcanzar al amor, inventando si es preciso,
un par de alas, para esta vez, no dejarlo escapar...
Texto: Mutti Marta Rosa (Fragento de "A Tiempo") Fotografía: Portnoy
No hay comentarios:
Publicar un comentario