Ser niños

Todos tenemos un laberinto.
Unos muros que nos aprisionan.
Unas escaleras que no sabemos si suben o bajan.
Mil decisiones que nos pierden por mil puertas.
Luces que simulan el día cuando es aún noche.

Pero dentro, quizá muy dentro,
escondido,
tenemos un niño curioso.
Ávido por desarmar, por buscar,
por encontrar la salida del laberinto
que el adulto no puede ver.

Y quizá sea necesario,
imprescindible tal vez,
que nos comportemos como niños.
Que actuemos como niños.
Que sintamos como niños.

Quizá de esa manera
seamos capaces de encontrar la salida,
la libertad, la felicidad...
Y de camino,
quien sabe,
lo mismo nos reencontramos
con nosotros mismos
tanto tiempo perdidos.

Texto: V.M.
Fotografías: (2) jsandoval
(4) Darkla