Su destino final
Tu Infierno
Tu cuerpo es estéril
y por tu cerebro ulcerado
solo corren las falsas palabras
de un infierno labrado con miedo,
pregúntate si has sido un idolatra
pregonando una y otra vez la mentira,
jugando con la sangre dejada en las espinas.
Desciendes.
La herejía del paraíso
como una tentación sutil
te dará a los dioses del pasado
convertidos en iracundos demonios
cargando en sus tridentes las luminarias
que te harán adelgazar hasta el sueño narcótico
donde no podrás escuchar ninguna voz que te llame.
10.
Si la región de piedra y acero
ha sido tu trono de inconvenientes
y has abrazado los dogmas arrogantes
como vicios solitarios dejándote la piel pálida
será tu propia culpa la que te hará morder la tierra,
que inútil es ver los sueños sostenidos sobre la arena
y las obligaciones hechas hábitos decadentes en la senectud.
Al fin, piso plano.
Has invocado las calderas,
todas las necesarias para ti,
lograste convertirte en un
dios, capaz de materializar
tus pensamientos tortuosos
en una realidad que existir,
te has convertido en el dios,
te has convertido en tu dios.
Texto: Arturo Accio
Fotografía 1: Desideria
Fotografía 2: Darwin Bell
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